Editado por Cristóbal Castillo Morales. ISSN 2660-549X. Registrado en la Propiedad Intelectual de la Junta de Andalucía número 04/2021/4191
La gestión laboral en el régimen agrario andaluz constituye una especialidad dentro del ámbito de la administración de personal, debido a las peculiaridades normativas, estacionales y económicas del trabajo agrícola. A diferencia de otros sectores, el empleo en el campo se caracteriza por una elevada eventualidad, alta rotación, campañas intensivas de trabajo y un marco legal diferenciado.
Esta singularidad exige a los profesionales de la administración agraria una formación específica y actualizada, así como el dominio de herramientas y procedimientos adaptados al Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Ajena Agrarios (SETA) dentro del Régimen General de la Seguridad Social.
La base legal de la gestión laboral agraria se encuentra en:
Real Decreto 197/2009, que regula el Sistema Especial Agrario (SETA).
Ley General de la Seguridad Social (LGSS).
Convenios Colectivos del Campo a nivel provincial (Almería, Jaén, Córdoba, etc.).
Estatuto de los Trabajadores (en lo no específicamente regulado).
Normativa sobre prevención de riesgos laborales y protección de datos.
Reglamentos de cotización y afiliación dictados por la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS).
En Andalucía, la mayoría de las contrataciones agrarias se realiza bajo modalidades adaptadas al carácter eventual y discontinuo de la actividad agrícola:
Duración limitada al periodo de campaña (ej. recolección).
Puede celebrarse de forma verbal o escrita (recomendado por escrito).
Es la modalidad más común en el olivar, la fresa o el cultivo bajo plástico.
Vincula al trabajador con la misma empresa campaña tras campaña.
El trabajador conserva antigüedad y derechos, pero sólo trabaja en periodos concretos del año.
Frecuente en explotaciones intensivas o en cooperativas con estructura estable.
Se utiliza principalmente en personal estructural: encargados, técnicos agrícolas, administrativos, etc.
Se realiza a través del Sistema RED.
Se deben indicar los códigos de cuenta de cotización específicos del SETA.
En caso de jornaleros por cuenta ajena, se registra por jornadas reales trabajadas (a declarar en los 5 días siguientes).
Todos los contratos, altas, prórrogas o transformaciones deben comunicarse al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en un plazo de 10 días.
Obligatorio el uso de Contrat@ o plataformas integradas.
Existen dos sistemas:
Mensual: para trabajadores fijos o fijos-discontinuos.
Por jornadas reales: para trabajadores eventuales.
El empresario debe declarar mensualmente la relación de jornadas en las que hubo actividad.
Determinado por el Convenio Colectivo provincial del campo (varía por provincia).
Incluye salario base, complementos (antigüedad, toxicidad, etc.), pluses por productividad y prorrateo de pagas extras.
Deben reflejarse retenciones de IRPF, cotización obrera, y aportes del empresario.
Andalucía presenta una alta especialización agrícola, por lo que la planificación de campañas requiere coordinación eficiente de recursos humanos, materiales y normativos.
Elaboración y entrega de nóminas mensuales.
Contratación conforme a ley y en plazo.
Alta y baja en Seguridad Social.
Información veraz y correcta al SEPE.
Evaluación de riesgos específicos por puesto (exposición al sol, manipulación de fitosanitarios, manejo de maquinaria).
Formación e información a los trabajadores.
Medidas de protección colectiva e individual.
Obligatorio desde 2019, incluso para trabajadores eventuales.
Puede realizarse de forma digital, con sistemas portátiles o en papel.
Debe conservarse durante 4 años.
En campañas intensivas o con trabajadores migrantes, el empleador puede proporcionar alojamiento. Este debe cumplir condiciones de salubridad, aforo y derechos básicos.
El transporte colectivo debe realizarse con medios seguros y contratados legalmente.
En el marco andaluz, existen incentivos para la contratación agraria:
Bonificaciones en cuotas empresariales (por contratación de jóvenes, mujeres o desempleados de larga duración).
Ayudas a la incorporación de jóvenes al campo (ayudas a la primera instalación).
Programas de fomento de empleo rural y formación impulsados por la Junta de Andalucía.
Sistema RED: plataforma obligatoria para la gestión de afiliaciones, cotizaciones y bajas.
Contrat@: comunicación electrónica de contratos.
Certific@2: envío de certificados de empresa y periodos de actividad.
SILTRA: herramienta para envío de seguros sociales.
ERP específicos agrarios: permiten integrar gestión laboral con contabilidad y trazabilidad.
La gestión laboral agraria en Andalucía exige una visión estratégica, una actualización normativa constante y un alto grado de profesionalización. Los técnicos y profesionales de la administración que operan en este entorno deben ser capaces de:
Adaptarse a la estacionalidad de las campañas.
Cumplir con rigor las exigencias legales en contratación, prevención y cotización.
Optimizar la planificación de recursos humanos en explotaciones y cooperativas.
Asegurar los derechos laborales de los trabajadores sin comprometer la eficiencia de la explotación.
En un contexto marcado por la transformación digital, el cambio climático y la evolución normativa europea, la gestión laboral agraria eficiente y ética será clave para la sostenibilidad económica y social del campo andaluz.