Mesa redonda:

En el marco de la mesa redonda sobre los desafíos actuales del sistema educativo, se han identificado una serie de retos persistentes que requieren una atención prioritaria y una acción decidida. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, muchos de estos desafíos continúan sin resolverse de manera efectiva, lo que genera una sensación de estancamiento en el progreso educativo.

1. Digitalización y formación docente: La integración efectiva de la tecnología en el aula sigue siendo un objetivo pendiente. Aunque se han dado pasos hacia la digitalización, la falta de recursos adecuados y la necesidad de una formación continua y adaptada para el profesorado son obstáculos significativos. Es esencial dotar a los docentes de las herramientas y conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos de la enseñanza en la era digital . 

2. Abandono escolar y orientación educativa: La tasa de abandono escolar, especialmente en la Formación Profesional básica, continúa siendo alarmante. Factores como la vulnerabilidad socioeconómica, la falta de apoyo familiar y la deficiente orientación educativa contribuyen a esta problemática. Es imperativo fortalecer los servicios de orientación y ofrecer un acompañamiento continuo al alumnado para mejorar su permanencia y éxito en el sistema educativo . 

3. Motivación y currículo atractivo: La necesidad de currículos que fomenten la motivación y el interés del alumnado es evidente. La neurodidáctica propone enfoques que consideran las emociones y la motivación como elementos clave en el proceso de aprendizaje, promoviendo métodos más personalizados y efectivos . 

4. Planificación estratégica nacional: La ausencia de una planificación estratégica coherente a nivel nacional dificulta la implementación de políticas educativas efectivas. Es fundamental establecer una hoja de ruta clara que aborde los desafíos estructurales y promueva una educación de calidad para todos.

5. Valoración y condiciones del profesorado: Situar al docente en el centro del sistema educativo implica reconocer su labor y mejorar sus condiciones profesionales. Esto incluye la reducción de la carga burocrática, la mejora de la formación inicial y continua, y la actualización de los temarios de las oposiciones para reflejar las competencias y conocimientos actuales .

6. Formación Profesional y su impulso: La Formación Profesional se presenta como una vía clave para mejorar la empleabilidad y reducir el abandono escolar. Sin embargo, es necesario fortalecer su oferta, mejorar la orientación y garantizar una formación de calidad que responda a las demandas del mercado laboral . 

En resumen, estos desafíos requieren un compromiso firme y acciones concretas por parte de todos los actores involucrados en el sistema educativo. Es momento de pasar de la identificación de problemas a la implementación de soluciones efectivas que transformen la educación y respondan a las necesidades de la sociedad actual.

Ponencia en inglés. USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS A LA EDUCACIÓN. SMART TECNOLOY.

EL SISTEMA EDUCATIVO AUN SIGUE CONCEBIDO PARA UN MUNDO QUE YA NO EXISTE.

El sistema educativo actual fue diseñado para una era industrial que ya no existe. En aquel entonces, el objetivo era formar trabajadores para fábricas y oficinas, con un enfoque en la memorización y la obediencia. Sin embargo, en la actualidad, vivimos en una sociedad digital, interconectada y en constante cambio, donde se requieren habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración.

A pesar de las significativas inversiones en tecnología educativa —como la instalación de más de 59.000 aulas digitales y la distribución de más de 91.000 dispositivos en centros públicos andaluces—, los resultados no han sido proporcionales a la inversión realizada.  Esto se debe, en parte, a que la integración de la tecnología en las aulas no ha ido acompañada de una transformación pedagógica adecuada. 

Muchos docentes carecen de la formación necesaria para utilizar eficazmente las herramientas digitales en su enseñanza. Además, algunos padres muestran reticencia al uso de la tecnología en la educación, preocupados por el tiempo que sus hijos ya pasan frente a las pantallas. Sin embargo, para los estudiantes, la tecnología es una parte integral de su vida cotidiana, comparable a necesidades básicas como comer o beber. Por lo tanto, eliminar la tecnología de la educación no es una opción viable.

La solución no radica en simplemente digitalizar los libros de texto o en añadir más dispositivos a las aulas. Es necesario adoptar un enfoque de aprendizaje activo, donde los estudiantes participen activamente en su proceso de aprendizaje, utilizando la tecnología como una herramienta para explorar, crear y colaborar. Metodologías como el aprendizaje basado en proyectos, el aula invertida y la gamificación han demostrado ser efectivas para fomentar la participación y el compromiso de los estudiantes.  

En resumen, para adaptar el sistema educativo a las necesidades del siglo XXI, es fundamental combinar la tecnología con enfoques pedagógicos innovadores que empoderen a los estudiantes y los preparen para enfrentar los desafíos de un mundo en constante evolución.

¿Qué hacemos?

Solución: APRENDIZAJE ACTIVO. No es nuevo pero es aplicar las herramientas digitales para hacer algo mejor.

Fórmula del éxito:

En la era digital, la transformación educativa no puede limitarse a la incorporación de dispositivos tecnológicos en las aulas. Es esencial invertir en la formación del profesorado, no solo para que adquieran habilidades técnicas, sino para que comprendan cómo integrar estas herramientas de manera pedagógica y efectiva. La clave no está en digitalizar métodos tradicionales, sino en reinventar la enseñanza aprovechando las ventajas que ofrece la tecnología.

El aprendizaje activo, potenciado por herramientas digitales, se ha consolidado como una estrategia eficaz para mejorar la retención cognitiva y aumentar la implicación de los estudiantes. Al fomentar la participación activa, el pensamiento crítico y la colaboración, se crea un entorno educativo más dinámico y motivador. Por ejemplo, la gamificación y el aprendizaje basado en juegos han demostrado ser efectivos para mantener la atención y el entusiasmo de los alumnos, convirtiendo el proceso educativo en una experiencia más atractiva y significativa . 

Para lograr una integración exitosa de la tecnología en la educación, es fundamental que los docentes reciban una formación continua y contextualizada, que les permita adaptar las herramientas digitales a las necesidades específicas de sus estudiantes y objetivos pedagógicos. Solo así se podrá aprovechar plenamente el potencial de la tecnología para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje y preparar a los alumnos para los desafíos del siglo XXI.

Si tenemos un proyecto podemos contactar con ellos.

Ponencia sobre ética.

Se vuelve a repetir que la IA no es el futuro, está aquí. Si ya lo sabemos.

La IA es algo transversal y rápido unido a un cambio en el aula hace que todo cobre una mayor importancia y se abran las puertas de un cambio hacia un nuevo mundo.

Dilemas éticos en el uso de la inteligencia artificial en educación

La integración de la inteligencia artificial en los entornos educativos plantea profundos dilemas éticos que deben abordarse con responsabilidad, reflexión y sentido crítico. Si bien estas tecnologías ofrecen oportunidades significativas para personalizar el aprendizaje, mejorar procesos y acompañar al alumnado, es imprescindible establecer límites claros en su aplicación.

Uno de los principios fundamentales es que la inteligencia artificial debe estar supeditada a la figura del docente. La IA puede y debe actuar como una herramienta de apoyo, una compañera en el proceso formativo, pero la última decisión educativa debe residir siempre en el profesorado. La calidad docente se demuestra, precisamente, en su capacidad para ejercer un juicio crítico sobre el uso de estas herramientas, evaluando cuándo y cómo utilizarlas en beneficio del aprendizaje.

Además, la protección de los datos personales del alumnado es un aspecto crucial. Existen riesgos reales relacionados con la gestión de información sensible, y es responsabilidad del centro educativo asegurar la transparencia y la seguridad en estos procesos. Es indispensable informar adecuadamente a las familias sobre cómo se tratan, protegen y almacenan los datos de sus hijos e hijas cuando se utilizan soluciones basadas en IA.

Sin embargo, los dilemas éticos van más allá de la privacidad. Un reto de enorme magnitud es el impacto que estas tecnologías pueden tener sobre la maduración y el desarrollo del pensamiento crítico en los jóvenes. La inteligencia artificial, al ofrecer soluciones inmediatas y aparentemente perfectas, puede favorecer una cultura de dependencia tecnológica que limite la autonomía intelectual del alumnado. Antes de introducir masivamente estas herramientas en los procesos educativos, es fundamental garantizar que los estudiantes hayan desarrollado capacidades clave como el pensamiento crítico, la autonomía, la creatividad y el juicio personal.

La educación se basa en gran parte en el error. El error no es un fallo, sino la materia prima del conocimiento: un elemento imprescindible para aprender, reflexionar, adaptarse y crecer. Existe el riesgo de que un uso indiscriminado de la IA minimice la exposición al error, impidiendo a los estudiantes adquirir una comprensión profunda del aprendizaje y dificultando el desarrollo de su competencia para aprender a aprender.

Por tanto, el debate ético no puede limitarse únicamente a la protección de la privacidad. Debemos preguntarnos también qué tipo de ciudadanía estamos formando y qué valores educativos promovemos cuando delegamos en algoritmos tareas fundamentales del pensamiento humano. En un escenario donde proliferan millones de agentes de IA capaces de resolver tareas de forma automática, la educación tiene que reivindicar con más fuerza que nunca el valor del juicio, la reflexión, el error y la autonomía personal.

Repensar el modelo educativo desde las etapas iniciales: autonomía, pensamiento crítico y aprendizaje profundo

Uno de los grandes retos de la transformación educativa actual, en el contexto del auge de la inteligencia artificial, es replantear qué habilidades estamos desarrollando en el alumnado desde las primeras etapas del sistema. Si queremos preparar a los estudiantes para convivir con la IA de forma crítica y responsable, debemos comenzar por fortalecer intensamente el pensamiento crítico, la autonomía y la competencia para aprender a aprender desde la educación infantil y primaria.

La experiencia de países como Finlandia es especialmente reveladora. Su sistema educativo prioriza desde los primeros años el desarrollo de la autonomía personal, la curiosidad y la capacidad para buscar, contrastar y comprender información de forma crítica. Gracias a este enfoque, el alumnado llega a las etapas superiores con un bagaje competencial que le permite interactuar con tecnologías avanzadas como la IA no como consumidor pasivo, sino como agente activo y reflexivo del conocimiento.

Esto contrasta con los modelos aún vigentes en muchos sistemas educativos, en los que se sigue dando prioridad a la memorización de contenidos en áreas como lengua o matemáticas sin que el desarrollo cognitivo del niño esté aún preparado para ello de forma significativa. En lugar de fomentar habilidades clave para el siglo XXI, se insiste en rutinas de aprendizaje que no favorecen ni la creatividad ni la autonomía.

Por tanto, urge un cambio profundo en el modelo pedagógico de las etapas de infantil y primaria. No se trata de eliminar contenidos, sino de reordenar las prioridades formativas, situando el desarrollo personal y cognitivo del alumno en el centro. Solo así podrán construirse las bases necesarias para que, en etapas posteriores, los estudiantes estén verdaderamente preparados para integrar la inteligencia artificial en sus procesos de aprendizaje con una actitud crítica, ética y autónoma.

Este es un punto de inflexión que debe llevarnos a una reflexión profunda: ¿estamos preparando a nuestros niños y niñas para pensar por sí mismos en un mundo mediado por la tecnología, o seguimos reproduciendo modelos educativos del pasado que ya no responden a las necesidades del presente?

Reflexiones finales: Inteligencia artificial y el futuro del conocimiento en educación

Nos encontramos inmersos en una revolución que afecta directamente al núcleo del sistema educativo: el conocimiento. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de múltiples transformaciones pedagógicas, metodológicas y tecnológicas, pero pocas tan trascendentales como la que supone la irrupción de la inteligencia artificial. Esta nueva etapa no solo cuestiona el qué enseñamos, sino especialmente el cómo y el para qué lo hacemos.

En este nuevo escenario, no se trata de competir con las máquinas, sino de construir modelos de cointeligencia, donde el valor del ser humano resida en su capacidad para colaborar, interpretar y decidir. Como plantea Ethan Mollick, debemos asumir que el alumnado dispone de las mismas herramientas que el profesorado, y eso nos exige una evolución profunda de nuestra forma de enseñar: menos centrada en la transmisión de contenidos y más orientada a cultivar el pensamiento crítico, la ética, la creatividad y la capacidad de formular preguntas relevantes.

La inteligencia artificial no viene a sustituir al docente, ni puede hacerlo. Su verdadero potencial se encuentra en reforzar el aprendizaje, ampliar horizontes y apoyar a quienes más lo necesitan. Por eso, el desafío no está solo en integrar tecnología, sino en trabajar decididamente por la equidad, asegurando que todos los estudiantes, con independencia de su contexto, puedan acceder a estas herramientas con garantías y acompañamiento formativo.

En definitiva, esta transformación tecnológica nos obliga a repensar profundamente nuestro papel como educadores. No se trata de resistirse al cambio, sino de liderarlo con visión ética, compromiso pedagógico y responsabilidad social.

IA generativa en el Aula. Conócela. Más allá del copia pega

Modelos de aprendizaje:

- No razonadores. Todoterrenos. GPT 40 o Gemini 2.0. 

- Razonadores. Cerebritos. Entrenados para lo difícil. Serie o de open IA. Dedican más tiempo a pensar. Para cálculos complejos.

¿Cómo aprenden?

Aprenden por estadísticas. Se les entrena con millones de textos e información y buscan patrones.

Generan texto que parecen que tienen conocimiento pero si con lo que les han entrenado tenían errores darán soluciones erróneas. Son máquinas que imitan pero no comprenden. No podemos tomar sus respuestas como verdades absolutas.

Es importante el arte de hacer Prompt. Calidad del Prompt:

• Perfil.

• Contexto.

• Objetivo. Es el núcleo del prompt.

• Formato.

Se le puede decir que lea su propia respuesta para que vea si sobra o falta algo, Es útil. Además de pedirle que sea proactiva o que revise nuestra afirmación. El objetivo es que sea un colega con quien dialogar. 

Es importante considerar los SESGOS presentes en la Inteligencia Artificial (IA). La IA se nutre de datos provenientes de internet, un reflejo de nuestra sociedad, lo que evidencia que no posee una verdad absoluta. La información debe ser objetiva, por lo que el rol del usuario y el docente es fundamental al momento de transmitir conocimiento a los alumnos. Es crucial no aceptar información sin un análisis crítico.

Agentes de IA. Modelos de IA que interactúan con otras app como correos electrónicos, etc.

Tenemos que enseñar a investigar, criticar, contrastar…

El valor del docente no reside en instruir al alumno a generar un texto con inteligencia artificial, considerándolo un trabajo en sí mismo, sino en guiarlo sobre cómo utilizarlo y qué hacer a partir de ahí. La importancia no radica en la producción del texto, sino en la interpretación y aplicación del mismo. La inteligencia artificial se presenta como un recurso, una materia prima sobre la cual trabajar, pero no como el producto final. Este último debe estar fundamentado en la investigación, el análisis crítico y la búsqueda de información. Posteriormente, el alumno deberá exponer su trabajo en clase y defenderlo ante las preguntas de sus compañeros. En resumen, se trata de que los estudiantes utilicen la inteligencia artificial como base para construir su conocimiento. La utilización de esta herramienta implica elevar el nivel de exigencia hacia los alumnos.

Nuestro trabajo debe ir hacia la búsqueda del dato falso, contrastar …. El piloto sigue siendo el docente. Nosotros somos quien aportamos la conexión humana. Que nuestros alumnos aprendan a ser mentes críticas.